Los alemanes 'copagarán' más que los españoles, a pesar de la eliminación del pago por visita médica
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La coalición de gobierno alemana ha anunciado que desde el 1 de enero de 2013 se elimina el copago por visita
El Gobierno alemán ha decidido eliminar uno de los copagos sanitarios que imponía a sus pacientes. Se trata del abono de diez euros en la primera visita que se realizara en un periodo de tres meses. Aún así, los alemanes tienen que seguir aportando directamente parte del coste de farmacia, prótesis, urgencias y hospitalizaciones, con lo que a pesar de la reducción en alguno de los servicios afectados por el copago sanitario, la aportación de estos pacientes sigue por encima de la existente actualmente en España.
Nuestro país es uno de los únicos tres de la Unión Europea que se mantiene sin instaurar ningún tipo de copago sanitario. Los otros dos son Dinamarca y Reino Unido. El resto, tal y como refleja un estudio del IESE Business School que analizó los sistemas de copago, presentan diversos tipos de aportación por atención primaria, especializada, hospitalaria o de urgencias.
En lo que se refiere al copago farmacéutico, solo Bélgica, Finlandia e Irlanda carecen de algún tipo de exención. Por el contrario, Noruega y Dinamarca son los únicos países que mantienen gratuidad en farmacia para los pensionistas. Eso sí, a lo largo y ancho de los diferentes países de la UE existen diversas exenciones para diferentes colectivos. Entre ellos destacan los menores de 16 años, mujeres embarazadas o discapacitados o incluso para tipos específicos de medicamentos.
Pago fijo por receta
En lo que se refiere a un mínimo de aportación por cada prescripción, la iniciativa madrileña y catalana de cobrar un euro por receta no es novedosa en Europa. En este sentido, Alemania, Austria, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia y Reino Unido, tienen contemplada en su normativa la obligatoriedad de una aportación mínima por parte de los pacientes en el ámbito farmacéutico. En algunos casos será un fijo por receta al que se podría añadir un porcentaje y, en otros, directamente un porcentaje del precio del medicamento, pero siempre con un mínimo de aportación por parte del paciente.