Pastor afirma que el Plan de Farmacia del Gobierno es «engañoso» y «ataca frontalmente» a los genéricos y la innovación
Lamela deja en el aire la participación de los consejeros «populares» en el próximo Pleno del Consejo Interterritorial
La secretaria ejecutiva de Política Social del Partido Popular (PP), Ana Pastor, afirmó ayer que el Plan Estratégico de Política Farmacéutica presentado ayer martes por su sucesora al frente del Ministerio de Sanidad, Elena Salgado, es «engañoso, porque manda unos mensajes, pero la realidad va a ser otra bien distinta» y «no defiende los intereses de los ciudadanos».
En una rueda de prensa ofrecida en la sede nacional del PP junto al consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, Pastor criticó que el plan no es estratégico, porque carece de «objetivos claros y unos plazos fijados», sino que se limita a ir «contra la política que hizo el PP». «Lo más importante (para el Gobierno) es plantear cosas que no hubiera planteado el PP», añadió.
En este sentido, la dirigente ‘popular’ criticó que el proyecto del Gobierno no recoja «ni una palabra» de la creación del Observatorio del Medicamento o la unidosis, amen de suponer un «ataque frontal» contra los fármacos innovadores, cuyos fabricantes «se pensarán» comercializarlos en España al no disponer de las condiciones necesarias para su amortización, y los genéricos.
Respecto a estos últimos, Pastor explicó que la decisión de Sanidad de dejar en suspenso los precios de referencia va a provocar que no tengan «la preponderancia que deberían en un país como España, en los que están muy bajos». También se preguntó por la forma jurídica en la que se materializará el plan y cómo hará el Ejecutivo para suprimir los precios de referencia.
Tras constatar que no entrarán en vigor el 1 de enero de 2005, como estaba previsto, la ex ministra destacó que los ciudadanos «podrán interponer medidas legales» por el hecho de que a los fármacos que consuman no se les estén aplicando los descuentos reflejados en la orden ministerial aprobada durante el Gobierno del PP.
Por su parte, el consejero de Sanidad madrileño puso de relieve la «enorme preocupación» que, a su juicio, ha provocado el Plan Estratégico del Gobierno en las comunidades autónomas. «A las comunidades Autónomas se nos abre hoy un escenario de incertidumbre absoluta en un ámbito tan importante como este», afirmó.
Para Lamela, la iniciativa de Salgado crea incertidumbre financiera a las comunidades, al introducir un «elemento distorsionador» ante unos presupuestos que ya están en tramitación, además de suponer meras medidas «coyunturales» que «hipotecarán» las políticas de investigación biomédica».
Preguntado por si los consejeros del PP acudirán el próximo 15 de diciembre en Santiago de Compostela al Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, Lamela señaló que «a día de hoy» dicha cita carece de orden del día y Sanidad tampoco ha convocado a su Comisión Delegada, como se establece en su reglamento de funcionamiento.
«Tenemos muchas ganas de debatir allí nuestras propuestas y, más concretamente, toda la política farmacéutica pero, si vamos a ir sólo a aplaudir el plan y ver cómo se ha publicado el día anterior en el ‘Boletín Oficial del Estado’, pues tenemos otras muchas cosas importante que hacer», afirmó el consejero madrileño.
Además de utilizar términos como «impuesto revolucionario» (en referencia a la nueva tasa que se impondrá a los laboratorios en función de su facturación) y políticas propias de «repúblicas bananeras», Lamela señaló que la Comunidad de Madrid alberga al 48 por ciento de la industria farmacéutica y supone el 52 por ciento de la facturación nacional y el 36-38 por ciento de las exportaciones.
Europa Press
26-11-2004