Sólo el 25% de la UE ha liberalizado la farmacia
El 45% de los países europeos comparte el modelo español de oficinas de farmacia
El modelo español de farmacia o mediterráneo continental es similar en el 45 por ciento de los países de la Unión, mientras que sólo la cuarta parte de los 27 ha optado por la liberalización.
El resto mantiene un sistema mixto, con características intermedias, según los datos del informe «Marco legal comparado de la Farmacia en Europa», presentado por la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) y el Colegio de Farmacéuticos de Valencia (Micofv) la semana pasada.
El documento indica que el binomio propiedad-titularidad de la oficina de farmacia es una realidad en el 59,26 por ciento de la UE, mientras que la planificación demográfica existe en el 55,56 por ciento y la geográfica en el 48,15 por ciento.
Respecto al 25 por ciento que tienen un modelo liberalizado o desregulado, Javier Climent, presidente del Micofv, explica que no debería llamarse así porque «no es libre, sino que está concentrado en unas pocas manos y no entiende la farmacia como un establecimiento sanitario sino como un comercio». No obstante, sospecha que este modelo es precisamente «el que está tratando de imponer el dictamen motivado» de Bruselas.
Para Isabel Vallejo, presidenta de FEFE, estos datos demuestran que España «tiene un modelo de referencia para Europa, para exportar y no para cambiar». Por ello, cree que «no existe ni justificación social ni jurídica de un cambio». Sin embargo, se muestra preocupada «por el juego que se está haciendo a intereses ajenos a la sanidad».
Si finalmente la liberalización se impone en Europa «los ciudadanos pierden, pero ¿quién gana?», se pregunta Vallejo. Por ello, el informe va a ser enviado tanto a Administración, partidos políticos e instituciones europeas como a los propios farmacéuticos, para que éstos tomen «conciencia de que no están solos y que en esta batalla están bien posicionados». En su opinión, el documento servirá a todos los agentes como «un libro de consulta permanente».
Para Climent, «si la Unión Europea desmonta el modelo mediterráneo lo destrozará», aunque sólo afecte a uno de sus pilares. Por ejemplo, si en la propiedad se abre «la puerta al capital no farmacéutico y a las grandes cadenas», la botica va a sufrir las mismas consecuencias que ha vivido el pequeño comercio en nuestro país. Asimismo, el modelo español de farmacia «es una de las estructuras más sólidas» del Sistema Nacional de Salud (SNS) y por ello eliminarlo «dejaría un gran vacío» en él.
Otro de los resultados del informe es que en «los estados donde la titularidad y la propiedad se encuentran juntas hay un mayor número de colegiados», lo que contradice la idea del dictamen motivado de que «el ejercicio de la profesión farmacéutica en España podía ser menos interesante por las características del modelo», señala Enrique Granda, director del Observatorio del Medicamento de FEFE y coautor del trabajo. En cambio, la existencia de un alto número de colegiados muestra que hay «interés e ilusión» entre los profesionales. Estos datos, además, se confirman al observar que en países como España, Francia, Italia o Alemania hay más estudiantes y titulaciones de farmacia.
Por otra parte, «el número de farmacias no ha dejado de crecer, en contra de lo que ocurre en los estados liberalizados, que han tenido un descenso constante».
Otro falso mito es que la liberalización significa un recorte de precios, cuando por ejemplo Reino Unido tiene el precio medio más elevado.
En cuanto a la distribución geográfica de las boticas, el presidente del Micofv subraya que «no basta con que haya muchas farmacias, sino que además se repartan muy bien en el espacio». Precisamente éste ha sido otro de los apartados del informe, en el que se ha comprobado que «en España prácticamente no existen municipios de más de cien habitantes que no tengan al menos una oficina de farmacia», a diferencia de otros países europeos, como Irlanda, Dinamarca, Suecia u Holanda, donde no hay farmacias en municipios de entre 500 y 2.500 habitantes y existe una gran distancia entre una y otra botica, indica Francisco Martorell, otro de los coautores del informe.
Para ilustrarlo, pone un ejemplo muy gráfico: «entre Dinamarca y Noruega tienen menos farmacias que Valencia capital», una muestra de que «la farmacia española se acerca al ciudadano», mientras que en otros modelos «es el ciudadano el que tiene que acercarse» a ella. Martorell concluye afirmando que «el modelo español, territorialmente hablando, no tiene comparación con otros países europeos».

