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‘Apps’ imprescindibles para la gestión de tu farmacia

Tareas como controlar el ‘stock’, seguimiento de pacientes, fórmulas magistrales, pedir cita con un delegado o traducción pueden solventarse desde el móvil

Las app en los últimos años se han convertido en un apoyo en multitud de sectores y la oficina de farmacia no iba a ser menos. El avance tecnológico es un motor para que el profesional de la farmacia cuente con más facilidades en ámbitos como la gestión y la atención y el seguimiento del paciente con el fin de mejorar el servicio.

No obstante, ante la proliferación de estas aplicaciones para dispositivos móviles y la gran demanda existente, hay que saber identificar cuáles son realmente útiles y cuáles no. Según un estudio de la Fundación iSYS, el 46% de las app para pacientes disponibles durante un año han desaparecido cinco años más tarde. El mismo trabajo estima que en el mercado de las tiendas de aplicaciones (Google Play y App Store) existen unas 325.000 dedicadas a la salud.

Pablo Arriola, especialista en app farmacéuticas, explica que el farmacéutico con un nivel medio de cultura digital no utiliza en gran medida estas app. «El farmacéutico que usa estas aplicaciones es el que tiene un nivel digital alto, mientras que el resto todavía no las utiliza mucho y eso que en muchos casos podrían facilitarles labores en su día a día», indica.

¿Compensa tener mi propia ‘app’ en mi farmacia?

Muy pocas farmacias en la actualidad cuentan con su propia app y es que para ello hay que tener un volumen de negocio elevado, según apunta Arriola. «No es fácil lanzar una app de una farmacia, ya que solo les compensaría a las que tienen un volumen medio-alto”, expone el especialista en apps de salud.

El coste de tener una app en la farmacia va desde los 2.000 euros en adelante, en función de las especificaciones que se quieran introducir. Además, hay que sumarle un mantenimiento cuyo coste aproximadamente es el 15% de la inversión inicial cada año.

Además, Arriola destaca que, una vez que se ha hecho la inversión, es un reto llegar a la gente y que se la descarguen. «Se trata de una opción muy interesante para conectar con nuestros pacientes, pero implica trabajo e inversión para que tenga resultado», reconoce el experto.

Las ‘app’ imprescindibles

La oferta actual de app destinadas al trabajo del farmacéutico en una oficina de farmacia es bastante amplia. Arriola, como especialista en aplicaciones para el sector farmacéutico, apuesta por esta selección en función de su utilidad para el día a día del profesional.

‘Botplus’

Comenzó como una base de datos creada por el Consejo General de COF que ha ido evolucionando con nuevas versiones y una app. Es una de las más utilizadas en la oficina de farmacia. Permite el acceso de forma fácil y rápida a información sobre medicamentos y principios activos de uso humano. Para cada medicamento se recoge tanto la información farmacológica, como de tipo administrativo relativa a sus condiciones de dispensación y facturación. Disponible en Apple Store y Google Play.

‘Mi Farmacia Asistencial’

En los últimos meses, el Consejo General de COF ha lanzado esta app gratuita, basada en la plataforma Nodofarma Asistencial, destinada a que el profesional conozca mejor los tratamientos y pueda optimizar los resultados en salud. El usuario tiene acceso a toda la información sobre medicación y un sistema de avisos y recordatorios personalizados sobre las diferentes tomas. Todo esto cumpliendo con toda la normativa vigente de Privacidad y Protección de Datos, según informa el Consejo. 

‘SEFAC e_XPERT’

Es una app de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac) que ayuda en el seguimiento del paciente con el registro y consulta de datos, historial de todas las visitas y compara datos para análisis. Además, hace recomendaciones, gestiona la agenda de visitas y ofrece hojas de tratamientos, Cuenta con una versión básica y otra avanzada.

‘ComuniFar’

Creada por la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar) de la mano de la empresa 4Clavis, facilita la comunicación rápida entre el farmacéutico rural y sus pacientes, familiares y cuidadores, a través de un chat muy sencillo, en el que, además, el profesional podrá resolver todas las dudas que le lleguen. Asimismo, permitirá la difusión y el intercambio de información sanitaria. Se lanzó únicamente para los socios de forma gratuita para ellos y sus pacientes.

‘Wikifarmacia’

A través de vídeos cortos, ofrece al usuario contenido informativo muy didáctico sobre el papel de la oficina de farmacia en el cuidado de la salud. En su funcionamiento destaca que el usuario puede participar respondiendo a unas preguntas y consiguiendo pequeños premios para fomentar la formación del personal farmacéutico y la mejora de la atención al paciente.

La app está disponible en Google Play y en la App Store y es de acceso libre y gratuito para cualquier empleado activo de farmacia, tanto si es titular, adjunto, técnico o auxiliar. Para poder acceder, basta con una invitación que se puede solicitar en la propia farmacia o contactando con Wikifarmacia.

Cuenta con la colaboración de Sefac, la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), de la Sociedad Española de la Farmacia Rural (SEFAR), de la Escuela de Farmacia (EDF), de la Universidad Complutense de Madrid, de la Fundación Azierta y Shopper Tec.

‘SupRemo’

Facilita el acceso por control remoto a los ordenadores de la farmacia. Desarrollada por Nanosystems, es de gran utilidad para visualizar desde fuera de la oficina de farmacia los programas ante cualquier urgencia o cómo están funcionando las ventas en un momento concreto. Asimismoayuda a tener un control minucioso de todo lo que está sucediendo en la farmacia desde cualquier punto.

‘Pharmadate’

Está diseñada por los farmacéuticos Francisco Corral y Rubén González y el objetivo es acercar las farmacias a los laboratorios. Ayuda al profesional a encontrar las mejores campañas activas, hace un seguimiento de los códigos de producto de alta rotación, comunica las últimas actualizaciones y solicita citas con el delegado. Se encuentra disponible tanto en Google Play como en Apple Store.

‘Mi formulista’

Su funcionamiento es muy sencillo. Se hace una fotografía de la receta que precisa de la elaboración de una fórmula magistral y a través de la app se realiza el pedido tras rellenar un formulario para garantizar una adecuada personalización del medicamento. Todas las preparaciones se ajustan a las exigencias del RD 175/2001 y la calidad del servicioestá certificada por la Normas ISO 9001:2000. Desarrollada por LinkinAir S.L., empresa de Zaragoza dedicada al desarrollo de proyectos web, está disponible en Google Play.

‘Universal Pharmacist Speaker’

Disponible en Google Play y de la App Store, esa app, del Grupo Menarino, frece cientos de frases médicas y de audios traducidos y grabados en doce idiomas diferentes (inglés, español, francés, alemán, italiano, ruso, rumano, árabe, árabe marroquí, neerlandés, chino mandarín, polaco y portugués). Ayuda a atender a pacientes que tengan la barrera del idioma y, así, evitar confusiones. La aplicación móvil para tabletas y teléfonos inteligentes no requiere conexión a internet para funcionar. Una vez descargada, todo el contenido será accesible cien por cien off line

‘Farmastock’

Con esta app, de eXtremaNET, se puede escanear el código de barras de los productos con la cámara del móvil y corregir el stock que aparece en el programa de gestión de la farmacia. Facilita hacer un inventario rápido desde el teléfono. Una de las ventajas que ofrece es la integración con el ERP de la farmacia, permitiendo una actualización a tiempo real en todo momento del stock y del precio de los productos.

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La dispensación excepcional mejora el acceso al tratamiento

Sefac pide aumentar la capacidad dispensadora del farmacéutico para resolver problemas de adherencia y persistencia del paciente

La adherencia y persistencia respecto al tratamiento y las pautas prescritas por un profesional sanitario dependen de muchos factores, algunos vinculados al propio paciente. Pero hay otros inconvenientes en el acceso al medicamento que son inherentes al propio sistema sanitario. Este es uno de los grandes frentes que se ha marcado la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac): consensuar las intervenciones farmacéuticas de dispensación excepcional para resolver problemas de acceso al tratamiento. “Uno de cada dos pacientes tiene problemas con la adherencia y si le ponemos más dificultades hay que corregirlo”, explica a EG Eduardo Satué, vicepresidente 2º de Sefac.

La farmacia comunitaria afronta a diario incidencias que impiden o dificultan la adecuada labor dispensadora del farmacéutico. Una situación que pone en riesgo la continuidad de los tratamientos por parte del paciente, que se ve obligado a acudir de nuevo al médico de atención primaria. Para cuantificar esta problemática, Sefac ha realizado pilotajes en varias comunidades autónomas que han reflejado diversas incidencias que podrían ser subsanables a través de dicha dispensación excepcional.

Los farmacéuticos comunitarios definen esta circunstancia como factores de riesgo relacionados con el sistema sanitario (FRRSS). “Hasta ahora no se había tenido mucho en cuenta estos factores, pero son muy relevantes”, explica el vicepresidente de Sefac. La solución pasa por regresar al centro de salud, con la burocracia o la pérdida de tiempo y recursos que ello conlleva para los pacientes, médicos y farmacéuticos. “Pero eso no es lo más importante, sino que provoca que el paciente no se tome la medicación. Esto es de lo que queremos alertar y buscar soluciones”, resalta el vicepresidente.

Factores de riesgo evitables

El principal factor de riesgo por el que el paciente no accede al tratamiento por circunstancias del propio sistema sanitario es la caducidad de la prescripción. “Parece una tontería, pero lo que genera es que el paciente no tome la medicación, según el caso es más o menos grave, pero pensemos por ejemplo en un diabético, si no puede acceder a la insulina, mal asunto”, comenta Satué. Aunque, argumenta el vicepresidente, más grave es el caso de la primera dispensación. En España, por ley, una receta caduca si no se retira antes de diez días. Lo mismo ocurre con la pérdida, extravío u olvido de la prescripción cuando el paciente va en busca del tratamiento que necesita. Otro gran obstáculo que está en auge en los últimos meses es la falta de suministro y desabastecimientos. Por ahora, según los farmacéuticos comunitarios, no es la cuestión más destacada, pero la previsión es que vaya en aumento.

Otro ejemplo que trasladan desde la Sociedad es la imposibilidad del farmacéutico para sustituir un inhalador por otro al no poder demostrar la bioequivalencia. “¿No es peor que el paciente no tenga acceso a ese principio activo aunque sea de otra marca? El paciente ha de ir al médico, pero el profesional sanitario que más sabe de medicamentos es el farmacéutico”, enfatiza Satué. Aquí es donde se pone en valor esos protocolos consensuados que aporten garantías al paciente a través de un acuerdo entre médico y farmacéutico, plasmado en un informe justificativo de la sustitución. Que cumpla, además, unos requisitos de formación por ambos profesionales.

Otra alternativa es la formulación magistral si se tiene acceso al principio activo o también la adaptación de la forma farmacéutica, como ha ocurrido con la decisión de la Aemps del pasado noviembre de posibilitar que, frente a los problemas de suministro de suspensiones pediátricas de amoxicilina en frasco, el farmacéutico pudiera ofrecer alternativas en polvo o comprimidos.

Demandas en línea con el CGCOF

En consonancia con las demandas de Sefac se ha pronunciado el CGCOF recientemente debido a los problemas de suministro globales. En la mayoría de ocasiones el farmacéutico puede ofrecer alternativas ante un medicamento que no está disponible para el paciente, pero hay situaciones en las que, como hemos visto, esa sustitución no es posible. Jesús Aguilar defendía que se debería ampliar esa capacidad para “evitar la interrupción de tratamiento en situaciones excepcionales”. Para ello, desde la organización colegial piden a las autoridades sanitarias, nacionales y autonómicas, que permitan a los profesionales de las boticas ampliar la dispensación de las formas farmacéuticas e incentivar la formulación magistral. “No tenemos la responsabilidad de esta situación, pero somos proactivos para buscar soluciones porque nos preocupan pacientes y la salud de los ciudadanos”, resumía Jesús Aguilar.

Conclusiones basadas en la evidencia

Los estudios realizados por Sefac tras varios proyectos piloto sobre dispensación excepcional —que pretenden ampliar a todo el ámbito nacional— demuestran que el impacto generado por la sustitución por el farmacéutico es muy positivo. Primero de cara a la continuidad y acceso del paciente al tratamiento y también por el ahorro económico que supone para el Sistema Nacional de Salud las consultas médicas evitadas.

Lo que proponen desde Sefac es, como hacen en otros países, que “todo lo que se pueda resolver en la farmacia, se haga”. De esta manera no haría falta involucrar a terceros y evitaría una gran parte de la ruptura en la adherencia del paciente. Para ello piden protocolos consensuados entre Administración, médicos y farmacéuticos para establecer esas intervenciones farmacéuticas. Por ejemplo, para el uso de la receta electrónica, una herramienta que supone una “gran ventaja para comunicarse entre profesionales”, pero que está desaprovechada.

¿Qué hay que hacer para habilitar al farmacéutico a que pueda realizar esa dispensación excepcional? “Hay que hacer guías de actuación para la sustitución de medicamentos consensuadas entre los agentes y sociedades científicas”. Desde Sefac ya trabajan con las asociaciones de atención primaria, sólo se trata de aprovechar esa colaboración para llegar a acuerdos y realizar propuestas: “¿Vamos a hacer todo lo necesario para el paciente o no? Hemos detectado un problema y no vale quedarse sentado“, sentencia Satué.

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