Las cinco claves para obtener una buena financiación en la compra de farmacia

Durante los años de bonanza económica las opciones de inversión, sobre todo en bienes inmuebles, se han multiplicado, por lo que las entidades bancarias han tenido dirigido su negocio hacia ese sector.

Pero tras los últimos acontecimientos, el panorama crediticio ha cambiando por completo. Los bancos se han vuelto mucho más exigentes con la selección tanto del cliente como del tipo de inversión, endureciendo sensiblemente todas las condiciones, en especial las que aportan seguridad a la operación. No obstante hay bancos que conocen y tienen claro el alto nivel de seguridad y estabilidad del sector farmacéutico, por lo que tienen voluntad de continuar apostando por él.

Para conseguir una buena financiación la clave pasa por analizar en profundidad la farmacia, diseñar unos análisis financieros serios, conocer los escenarios probables y estructurar la financiación de acuerdo a escenarios relativamente conservadores. Y para ver si tendrá viabilidad la inversión, requisito imprescindible para todo inversor, banco y asesor profesional, debemos definir la financiación, o crédito, como le llamamos habitualmente. Cuando un inversor busca financiación se fija fundamentalmente en el tipo de interés y en el plazo, pero hay otros muchos factores que, por su importancia, deben tenerse en cuenta, porque pueden condicionar la viabilidad.

Con respecto a la financiación, a continuación le exponemos un resumen con los puntos más importantes a controlar:

1. Definición de condiciones de venta

Debemos estimar con precisión el dinero total que necesitaremos para asumir la compra. La inversión total engloba el importe que pagaremos por el fondo de comercio (un negocio estable y en marcha), el importe del local (en su caso), las existencias, los gastos derivados de la compraventa y de la constitución de hipotecas, honorarios de intermediación, impuestos, etc..

2. Importe del préstamo necesario

Para definir el importe financiado debemos conocer además las necesidades de circulante, existencias, posibles gastos previstos (como reformas), necesidades del titular, etc. siempre analizado bajo la perspectiva de los diferentes escenarios previstos.

3. Tipos de préstamos y plazos.

El tipo de préstamo suele  ir asociado al plazo y a la garantía, y de manera indirecta también afecta al coste. Será muy importante determinar el plazo y en muchas ocasiones estructuramos la inversión con 3 tipos de financiaciones: las de corto plazo para financiar la actividad y las existencias, las de medio plazo para financiar la inversión en el negocio y las de largo plazo para financiar los inmuebles. Un diseño profesional del proyecto de viabilidad nos permitirá optimizar la inversión, reducir sensiblemente los costes y reducir los riesgos.

4. Garantías de los préstamos.

Todo banco necesitará unas garantías que les permita estar tranquilos con respecto a la devolución del crédito. Estas garantías pueden ser de muchos tipos: hipotecas mobiliarias o inmobiliarias, pignoraciones, personales, avales, etc. Es fundamental tener muy bien definido el alcance de la garantía, los plazos, vencimientos y personas a las que implica. Pueden condicionar sensiblemente las condiciones económicas.

5. Condiciones económicas

Nos vendrán condicionadas por la calidad de la presentación del proyecto y por los cuatro puntos anteriores. No debemos simplificarlo en analizar tan sólo el tipo de interés y la comisión de apertura. Hay aspectos importantísimos, como valorar si el tipo de interés debe ser fijo o variable, los diferentes tipos de comisiones que contiene el préstamo (de estudio, apertura, cancelación parcial o total, novación, subrogación, de saldo no dispuesto, etc.). Y sin olvidar el tipo de cuotas (de importe fijo o variable) y los seguros, imprescindibles para este tipo de inversiones.

Nuestra recomendación es que para analizar una inversión, y estudiar su financiación, debe hacer un profundo estudio, serio y profesional, que le permita reducir los riesgos.