El COF de Lérida da el primer paso para reducir las guardias

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Lérida ha anunciado el inicio de una prueba piloto por la que, durante los próximos meses y hasta 2011, reducirá un 50 por ciento el número de farmacias del municipio de Lérida que prestarán servicio de guardia nocturno. El objetivo de esta prueba piloto es comprobar los efectos que tendría, tanto en los profesionales como en la población, una futura e hipotética reestructuración a la baja de estas urgencias.

La iniciativa se ha producido por decisión «propia y exclusiva´´ del colegio ilerdense, eso sí, ha contado con el conocimiento y beneplácito de la Consejería de Salud de Cataluña. En este sentido, a pesar que desde el colegio se insiste en que los resultados de esta experiencia «no condicionarán ni obligarán a nada´´, sí reconocen que la consejería catalana ha mostrado su interés por conocer dichos resultados y tenerlos «especial consideración´´ si es que son positivos.

Hasta el pasado 4 de octubre, dos farmacias ilerdenses eran las encargadas de cubrir diariamente, de las 22.00 a las 09.00 horas, el servicio de urgencias nocturno para toda la zona urbana (que cuenta aproximadamente con unos 145.000 ciudadanos). Con la reestructuración fijada para la prueba piloto, una de ellas echará el cierre a las 12 la noche y quedará ya un único establecimiento abierto durante el resto de la madrugada.

Desde el colegio ilerdense se indica que serán los efectos sobre la accesibilidad de la población los que mayor peso tendrán en el análisis de la prueba, a pesar de manejar ya datos que confirman que «el uso de estos servicios baja sobremanera a partir de las 12 de la noche´´. Después de ello, siempre que la oferta a la población quedase bien cubierta, sería cuando se compararía con las más que presumibles ventajas laborales y económicas que acarrearía a los profesionales esta reducción.

Aunque la prueba durará tres meses, en la institución colegial descarta introducir nuevas zonas sanitarias en la prueba a medida que transcurra la misma, por lo que, de momento, la farmacia rural quedará fuera de la observación.

Debate ya abierto
La prueba ilerdense es un exponente más de la tendencia actual que reina en los colegios farmacéuticos de proponer ideas para lograr una reestructuración «más humana´´ de los servicios de urgencia que realizan sus farmacias, cuya inviabilidad económica se ha acrecentado tras el descenso de la rentabilidad que sufren estos establecimientos.

Precisamente, Cataluña es una región en la que este debate ya está encima de la mesa: los colegios ya han propuesto a la Consejería de Salud retribuir estos actos o bien, como mal menor, reordenarlos. Por ello, respecto a la segunda posibilidad, desde el departamento que dirige Marina Geli no se ha puesto oposición a que se realice esta prueba «sobre el terreno´´ para poder negociar con experiencias reales.

En este sentido, Lérida es pionera porque en el resto del territorio nacional aún no se ha dado el paso de hacer una prueba real y reducir el servicio, principalmente por las reticencias administrativas a llevar a cabo esta medida. Así, en regiones como Madrid y Castilla-La Mancha, donde este debate también ha tomado ya cariz oficial, sus responsables sanitarios han preferido invitar a sus colegios a la presentación de informes técnicos sobre estos servicios y negociar en base a ellos. Unos informes que revelan costes para los profesionales de más de cien euros en cada servicio.

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