El sector farmacéutico apuesta por España

Los últimos dos años han puesto a prueba a toda la sociedad española, al Estado del Bienestar y, por supuesto, a sus proveedores. La industria farmacéutica vive posiblemente los peores años de su historia en nuestro país, una situación que ha puesto a prueba su apuesta, apoyo e inversiones. Y el resultado es que sí, que han mantenido la confianza en España.

A pesar de que algunas compañías han tomado medidas de ajuste, la apuesta por España aún es seña de identidad de la mayoría de ellas. La semana pasada empezó a tomar cuerpo la fábrica de vacunas que Rovi, en colaboración con Novartis y Ferrer, va a poner en marcha en Granada. Una instalación que permitirá a España ser independiente en materia de vacunas de la gripe. La crisis, los recortes o la incertidumbre no han sido impedimento para que estas compañías confirmen e incrementen su actividad en España.

No es el único caso de la semana pasada. GlaxoSmithKline (GSK) ha iniciado los pasos para dotar a su planta de Aranda de Duero de mayor capacidad, con el objetivo de asumir la producción de un nuevo medicamento que se traslada desde otro centro de la compañía. Esta decisión de la compañía, además de suponer una confirmación de continuidad momentánea de la planta, permitirá mejorar la balanza comercial del país, ya que la mayor parte de la producción se destinará a exportaciones.

La buena noticia que supone estos dos anuncios permite tener confianza en el papel futuro de la industria farmacéutica en nuestro país, que se niega en su gran mayoría, a ser únicamente vendedor de medicamentos. En España se encuentran algunos de los centros de investigación más relevantes del mundo en diferentes ámbitos. Compañías como GSK, Lilly, Novartis o Pfizer, entre otras, han apostado por la implantación en nuestro país de centros de I+D de referencia mundial. Del mismo modo, estas y otras compañías poseen en nuestro país de centros de producción que, además de surtir al mercado local, en la mayoría de los casos exportan gran parte de su producción.

Pero la apuesta y el apoyo de la industria farmacéutica al tejido empresarial español no solo se basan en centros de producción y de investigación intramuros. La actividad que las farmacéuticas realizan cada día en los más distantes rincones de la geografía nacional, con la realización de ensayos clínicos de cada vez mayor complejidad e importancia, es otra de las claves de su importante papel, algo que mejora la calidad asistencial así como la formación y capacitación de nuestros investigadores y clínicos.

Pero no solo eso, gracias al excelente papel que han desarrollado las multinacionales a lo largo de los últimos años, la industria nacional ha tenido un espejo en el que fijarse para diseñar su desarrollo. Prueba de ello es la excelente labor que tanto dentro de nuestras fronteras como en el exterior hacen compañías como Ferrer, Almirall, Rovi o Esteve. Compañías que superan las dificultades de los mercados internos gracias a su diversificación e internacionalización.

Pero está claro que no todo es de color de rosa en el presente y futuro de la industria farmacéutica en nuestro país. Las medidas de control del gasto que se han puesto en marcha en nuestro país acrecientan la necesidad de las compañías de reestructurarse y el ajuste de las plantillas que afecta, especialmente, a las redes comerciales. En los últimos meses han sido objeto de información los numerosos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) o ajustes menos dramáticos, que se han producido en compañías de todos los tipos y procedencias. Uno de los colectivos más castigados en este aspecto ha sido el de la visita médica, unos profesionales cuya actividad ha perdido gran parte del papel que jugaban en el pasado en la promoción de los medicamentos

Pero no son los únicos. También en los últimos meses se han producido cierres de plantas de producción que afectarán a centenares de trabajadores. En algunos casos, como en la planta de MSD en San Agustín de Guadalix, se trata de una instalación en la que la compañía ha invertido y ampliado su capacidad de producción hasta hace muy poco. Una realidad que muestra el efecto que la situación económica mundial, así como los problemas existentes en nuestro país, puede ejercer sobre la supervivencia de la industria en España.

Jordi Ramentol Presidente de Farmaindustria. Ha manejado la patrona de la industria innovadora en un entorno de tremenda complejidad. Su mayor activo es la gran capacidad que está demostrando para enfrentarse al momento más duro de la industria en la democracia. Jesús Acebillo Presidente de Novartis. La compañía es un claro ejemplo del compromiso industrial que muchas multinacionales tienen en nuestro país. Acebillo ha hecho compatible la inversión industrial en España con la diversificación y apuesta por los mercados emergentes. Manuel G. Garrido Presidente de Boehringer Ingelheim. Tiene ante sí el reto de introducir una innovación terapéutica excepcional, Pradaxa, que a pesar de que está demostrado que ahorra a medio y largo plazo, tendrá barreras de implantación y acceso a corto plazo. Jordi Martí Director general de Amgen. Lidera la mayor compañía biotecnológica del mundo, centrándose en enfermedades graves del ámbito hospitalario. Situación que actualmente coloca a la compañía en riesgo a causa de las tensiones por el impago de facturas. Elvira Sanz Presidenta de Pfizer. El reto de la número uno del mundo y de España es afrontar el cambio de modelo de comercialización y la crisis económica, al tiempo que su reestructuración por la integración de Wyeth. Una situación que lamentablemente requiere ajustes. Jorge Gallardo Presidente de Almirall. Tras su salida a bolsa, Almirall ha proporcionado la posibilidad de apostar por una empresa española con vocación de multinacional. Al igual que otras compañías con esa misma inquietud, sus pasos merecen el apoyo de los gobiernos. Antoni Esteve Presidente de Esteve. Lidera el grupo español que ha sabido aprovechar su posición estratégica para situarse entre las grandes multinacionales, apostando por la investigación y la innovación y compitiendo con las grandes inversiones de las multinacionales. Juan López-Belmonte Presidente de Rovi. Ha sabido conciliar los intereses de diversas compañías del sector para hacer realidad la planta de vacunas de Granada. Una infraestructura que, junto a otras que posee la compañía a lo largo de España aporta gran valor económico e industrial.

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