Sanidad recupera la idea de la financiación selectiva para ahorrar
«Es absolutamente vital´´ controlar el gasto, señaló la semana pasada en Madrid el director de Farmacia del Ministerio, Alfonso Jiménez, y para lograrlo afirmó que será básica la financiación selectiva.
Recupera así una idea ya esgrimida por el primer Ministerio del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que se incluyó en el primer Plan Estratégico de Política Farmacéutica, aunque nunca se desarrolló. Jiménez entiende que hay que ser «muy exigente con la incorporación de nuevas tecnologías y medicamentos´´, y que para ello se definirán criterios de coste-efectividad que serán evaluados por una red formada por expertos y representantes de Ministerio y autonomías.
Sanidad vuelve a defender la idea de la financiación selectiva de medicamentos y de aplicar criterios de coste-efectividad a las incorporaciones de nuevos fármacos y tecnologías al Sistema Nacional de Salud (SNS) para consolidar su sostenibilidad.
Así lo expresó la semana pasada el director general de Farmacia, Alfonso Jiménez, en unas jornadas organizadas por Merck y la Fundación Gaspar Casal bajo el título de A propósito de la cuarta garantía. Se conoce como cuarta garantía al concepto de coste-efectividad que debe añadirse a los tres tradicionales: eficacia, seguridad y calidad, que rigen los criterios para autorizar un medicamento.
Jiménez señaló que el control del gasto sanitario, y del gasto farmacéutico como integrante importante del mismo, «es absolutamente vital´´, y anunció que el Ministerio, en el II Plan Estratégico de Política Farmacéutica que prepara y que debe presidir lo que queda de legislatura, se centrará «en la profundización de los criterios de financiación selectiva de medicamentos incorporando criterios de coste-efectividad´´.
Jiménez añadió que para llevar a cabo esta estrategia, el Ministerio de Sanidad, junto a las autonomías, «creará una red de organismos y expertos para evaluar los medicamentos del sistema de una manera cada vez más rigurosa, deforma que no sólo sean eficaces sino que deben ser asumibles por la sociedad´´. Por otra parte, a la luz de algunas iniciativas de las autonomías éstas han comenzado a tomar decisiones sobre financiación selectiva y orientación de la prescripción que ha suscitado alarma y críticas en todo el sector farmacéutico.El director general afirmó que esta preocupación por ligar la cohesión, el ahorro y la eficacia terapéutica y económica está presente en el RDL de Racionalización del Gasto Farmacéutico recientemente aprobado.
UNA IDEA REPETIDA
No es la primera vez que el Ministerio de Sanidad habla de financiación selectiva, aunque nunca ha aprobado medidas concretas. La idea estaba ya en el I Plan Estratégico de Política Farmacéutica presentado por la entonces ministra de Sanidad, Elena Salgado, en 2004, y formó parte del proyecto del II presentado por Bernat Soria en 2008, aunque éste plan sigue sin ver la luz. Todo parece indicar que la crisis económica, que ha agrandado los problemas de liquidez de algunas autonomías y la puesta en evidencia de las deudas de los distintos servicios sanitario, han convertido la financiación selectiva en una apuesta interesante para Sanidad.
Hay que recordar que responsables de Sanidad PP y CiU han expresado recientemente su apuesta por crear en España algún organismo, (el PP ha hablado de un instituto de evaluación como el NICE británico), que evalúe los medicamentos no sólo desde un punto de vista sanitario y terapéutico sino también de su coste en relación con la efectividad que proporcionan. El NICE se ha convertido en sinónimo de aplicación del coste-efectividad a los medicamentos, aunque existen instituciones similares en Finlandia y Holanda que, para autorizar un medicamento, combinan parámetros de eficacia terapéutica y capacidad demostrable para garantizar años y calidad de vida.
ESCEPTICISMO
Pero no faltaron voces escépticas en la jornada sobre la cuarta garantía. El asesor de la Aemps Carlos Lens se mostró escéptico con el método NICE y afirmó que en Europa «no hay tanta satisfacción con los resultados obtenidos como parece´´, aunque valoró positivamente el hecho de que el NICE británico (con competencias en Inglaterra y Gales pero no en Escocia) «informe de sus evaluaciones públicamente. No todo el mundo puede evaluar pero todos sí pueden conocer las razones de cada evaluación´´, dijo Lens, que sin embargo si defendió la necesidad de criterios de coste-efectiviad para los medicamentos.
Más controvertida fue la intervención del experto del Carlos III Antonio Sarriá, que afirmó que a veces las cifras que se citan de mejoría de la salud colectiva con determinadas técnicas y medicamentos están sacadas de contexto. «Porque hay terapias que hacen que a un enfermo concreto que se diagnostique precozmente le mejore la vida, pero el acceso más fácil a esa técnica y su aplicación intensiva aumenta a veces las muertes y, desde luego, los costes´´. Sarría dijo que la Sanidad es la única parcela económica en que los desarrollos técnicos son cada vez más caros.