José Luis Rodríguez Dacal: «La viabilidad de las farmacias fue y sigue siendo un problema»
José Luis Rodríguez Dacal afronta sus últimos meses al frente de la federación empresarial de farmacéuticos españoles (FEFE) y confía en irse “con los deberes hechos” en lo que respecta al convenio colectivo y al cambio de estatutos
Afronta sus últimos meses como presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) y acaba de cerrar el XIV Congreso Nacional, que este año se ha celebrado en Gijón con la participación de más de 200 asistentes de toda España. «El congreso ha ido bien, la asistencia ha sido la esperada y las ponencias han resultado bastante atractivas», asegura José Luis Rodríguez Dacal, que en marzo del año pasado asumía la presidencia de FEFE en un mandato «transitorio» al que calcula que pondrá fin una vez que convoque elecciones en un par de meses «o tres a lo sumo».
«Los asistentes estaban interesados en las ponencias y se van satisfechos por lo que vamos escuchando. Esperamos que, dentro de dos años, podamos seguir ofreciendo otro congreso con temas interesantes para ese momento», indica Rodríguez Dacal, para quien el tema estrella del XIV Congreso Nacional de FEFE ha sido, sin duda, la próxima implantación del Sistema de Verificación de Medicamentos (SEVeM), que impedirá la falsificación en la comercialización de medicamentos. «También son importantes las concentraciones y la ganancia en fortaleza de las cooperativas de distribución para resistir posibles embates de otras cooperativas o de otros establecimientos de distribución extranjeros, así como la actualización permanente en temas de informática y que faciliten a las oficinas de farmacia la asistencia y la mejor atención al paciente», repasa.
Dacal, que antes de presidir la FEFE, era vicepresidente primero y responsable de coordinación territorial y ordenación farmacéutica, no pasa por alto precisamente otro de los grandes debates de este XIV Congreso Nacional. «Nosotros pretendemos que la nueva ordenación farmacéutica escuche a la farmacia por un lado, pero también que las órdenes de precios de referencia tengan otro modelo distinto de manera que la gente pueda optar por otros medicamentos pagando un suplemento si les interesa tener una marca comercial como ocurre en otros países», indica, explicando que ésta es solo una de las muchas reivindicaciones de la patronal farmacéutica.
Decretos definitivos
Otra de esas peticiones es la eliminación de todos los reales decretos que se aprobaron desde el año 2000, cuando se aprobó el real decreto de medidas urgentes de contención del gasto farmacéutico público de racionalización del uso de los medicamentos. «En un momento de crisis, entendemos que todos tenemos que arrimar el hombro, pero eran decretos eventuales y se convirtieron en definitivos. Y siempre fueron a costa nuestra para salvar el Sistema Nacional de Salud. Todo salió del bolsillo de las farmacias», asegura, «y una vez que se empieza a normalizar la situación económica, las farmacias también necesitamos normalizar nuestra viabilidad».
La viabilidad económica de las oficinas de farmacia fue otro de los asuntos que centró el debate abierto en este congreso de la FEFE, con una situación actual que dista mucho de ser idílica. «La viabilidad de las farmacias fue y sigue siendo un problema», insiste Rodríguez Dacal, que recuerda que, en la actualidad, al menos 3.000 de las 22.000 farmacias españolas tienen declarado están inmersas en un preconcurso de acreedores y, de ellas, mil subsisten gracias a las subvenciones.
«Esto era impensable en el año 2009, pero es así desgraciadamente debido a la crisis y a los decretos posteriores que permitieron paliar situaciones para sostener el Sistema Nacional de Salud», sostiene el presidente de FEFE, que insiste en que dichos decretos deberían flexibilizarse en estos momentos «para que las farmacias pudieran vivir un poco más tranquilas».
Sobreabundancia de farmacias
Pese a que no tiene cifras de cuántas farmacias pudieron haber cerrado debido a la difícil situación económica, calcula que podrían haber sido al menos más de un centenar. «En muchos casos hay algunas que se traspasaron y que alcanzaron una estabilidad porque el comprador tenía una situación económica solvente», matiza, recordando al respecto que los farmacéuticos también han solicitado a la Administración que «no saque más farmacias nuevas a concurso salvo en casos estrictamente necesarios».
En este sentido, explica que, en su momento y pese a los requisitos establecidos, «se abrieron farmacias alegremente» hasta el punto de que España, con algo más de 40 millones de habitantes, tiene «más farmacias que Alemania, que tiene 80 millones de habitantes». Rodríguez Dacal es contundente: «Entendemos que tenemos una sobreabundancia de farmacias y eso conduce inevitablemente a que la capacidad económica de cada una de nuestras farmacias sea pequeña, baja, y que no podamos dar el servicio que nosotros queremos dar».
Mejor servicio
Un servicio asistencial que, según dice, debería ser el que se prestaba antes de 2010, cuando entraba en vigor el real decreto que regula la racionalización del gasto farmacéutico con cargo al Sistema Nacional de Salud. «Incluso el que dábamos antes del año 2000, cuando la situación económica de las farmacias nos permitía tener un mejor servicio y un mejor stockaje, así como un algo más de una situación financiera más potente que nos permitía ofrecer mejores servicios. En estos momentos estamos, no al borde del abismo, pero sí en una situación precaria», asegura.
Respecto a la respuesta de la Administración a este tipo de reivindicaciones, reconoce que, pese a que en más de una ocasión se ha intentado abrir una vía de negociación, «me temo que hasta ahora la respuesta brilla por su ausencia». Aún así, confía en que en los meses que le restan de mandato, y una vez clausurado el XIV Congreso Nacional, queden resueltos temas importantes como la modificación de los estatutos y el convenio colectivo, «que estuvo paralizado por una situación judicial sobrevenida».
Defensa de la farmacia
De su año de mandato asegura que ha sido un ejercicio en el que se han llevado a cabo una serie de asuntos importantes para la vida de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles: «Ésta era una presidencia transitoria para que la próxima junta que nazca arranque con ilusión, con ganas y con cuatro años por delante, así como con un programa elaborado que puedan desarrollar bien y que sirva para que la defensa de la farmacia sea lo primero».
No duda en asegurar que el mayor logro que ha conseguido de su paso por la presidencia es, sobre todo, «la amistad de todo el mundo» y muestra su confianza en que queden resueltos tanto el cambio de estatutos de la federación como el convenio colectivo. «Llevamos más de cuatro años intentando cambiar los estatutos y ahora al menos vamos a hacer una propuesta. Otra cosa es que los aprueben o que haya que hacer modificaciones. Si hay que hacer alguna modificación y la alcanzamos rápido, bien, si no tendrá que quedar para la próxima junta, pero a mi me gustaría irme con los deberes hechos en ese aspecto», indica.