Mato propone una tregua para lograr el pacto sanitario

  • La titular de Sanidad destacó que había logrado ahorros de 3.000 millones

  • Los grupos de la oposición insistieron en exigir la dimisión de la ministra

  

Un año después y tras 50 solicitudes de comparecencia, la ministra Ana Mato regresó a la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados para proponer al resto de los grupos parlamentarios un gran acuerdo por la sanidad. La propuesta de Mato llega en un momento marcado por la tensión política. Durante su comparecencia todos los portavoces de la oposición le exigieron la dimisión y la acusaron de falta de diálogo, así como de romper los principios de universalidad y equidad del sistema con el último Real Decreto 16/2012 y de aprobar medidas que perjudican a los pacientes como el copago de medicamentos.

"Hoy es más necesario que nunca un gran acuerdo". La ministra de Sanidad respondía así a las críticas que han vertido en las últimas semanas los profesionales sanitarios contra la clase política por su incapacidad para llegar a un acuerdo y añadía, además, que "sólo falta que se sumen los partidos políticos".

Una propuesta que no obtuvo el quórum de los portavoces de los grupos parlamentarios. El diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, exigió una vez más su dimisión como única vía para avanzar. "Nunca hemos estado tan lejos de un acuerdo político en Sanidad", subrayó.

Durante la segunda parte de su intervención, Ana Mato realizó un repaso de su primer año al frente del ministerio. La responsable del ramo basó su discurso en los ahorros conseguidos durante su gestión. La reducción de gastos se ha situado en 3.063 millones de euros, frente al presupuesto de 7.267 millones previsto inicialmente. "Hemos reformado el SNS para hacerlo más sostenible, equitativo, eficiente y de calidad, manteniendo en todo momento su carácter público y universal", insistió la ministra.

Ahorro o recortes

Pero las cifras de ahorro durante este primer año no terminan de convencer a la oposición. Las críticas contra el copago, a pesar de haber logrado reducir la factura farmacéutica, o el nuevo modelo de atención a extranjeros residentes en España despiertan aún demasiadas dudas entre los grupos parlamentarios. Las medidas contra el turismo sanitario que han eliminado 1.000 millones de sobrecostes en el sistema tampoco calmaron los ánimos. "La línea roja en los recortes en sanidad es la afectación en la salud de los ciudadanos y usted la ha traspasado", le espetó el portavoz de Sanidad del Grupo Parlamentario Socialista, José Martínez Olmos.

La diputada de CiU, Concepció Tarruella, expresó su preocupación acerca de las medidas que han permitido cosechar este ahorro sanitario y reclamó un estudio "veraz y real" que pueda servir para valorar el impacto de las medidas adoptadas en el último año sobre la ciudadanía.

"La sanidad hoy en España es menos gratuita, menos accesible y menos universal", destacó por su parte la diputada de Unión, Progreso y Democracia (UPyD).

Mato insistió en que los ahorros se compensarán con las aportaciones del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Gran parte de su presupuesto irá destinado a pagar la deuda de las comunidades autónomas con las farmacias y con los proveedores sanitarios.

Olmos fue más allá en sus críticas y acusó a la ministra de preparar un sistema público de pólizas que sólo cubriría las enfermedades graves y que se completaría con otro privado para casos leves costeado por el ciudadano, algo que la titular de Sanidad negó.

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